SOLIDARIDAD CON CUBA

El Comité Editorial de la Revista Memoria se solidariza con el pueblo cubano y el gobierno legítimamente constituido ante los momentos complejos que sufre la isla hoy.

Repudia los llamados de sectores cubanoamericanos y del gobierno que desde los Estados Unidos llaman a una intervención militar contra Cuba, así como sus llamados al odio que buscan la confrontación entre cubanos y el estallido social dentro de la isla.

Cuba pasa por dificultades económicas con repercusiones sociales: escasez de alimentos y medicamentos, interrupciones de energía eléctrica debido a roturas y falta de acceso a combustible, problemas sanitarios debido a su primera ola pandémica, un año después que todos los países del mundo, que han pasado por su segunda y hasta tercera ola pandémicas. 

La pandemia ha agravado la crisis económica. El gobierno cubano cerró sus fronteras cerca de un año como medida de protección para la población, con la consecuente merma de ingresos provenientes del turismo, rubro fundamental de su economía. 

No obstante, la contención del virus fue exitosa, a pesar de su pico pandémico actual. Cuba sigue teniendo hoy una de las letalidades más baja del mundo con 0.64 % de fallecidos (1608 en total) por total de infectados por COVID-19, cuando América Latina tiene 2.64 % y globalmente la cifra es de 2.16 %. 

A pesar de todas sus limitaciones económicas, Cuba es el único país de América Latina que produjo cinco candidatos vacunales, uno de ellos aprobado por las entidades reguladoras, y el segundo en fase de aprobación, con efectividad de más del 90% de protección contra el virus.

Además, el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos desde hace 60 años es factor fundamental de esta crisis económica que afecta directamente al pueblo cubano. El bloqueo es la eterna espada de Damocles que pende sobre el pueblo cubano, que se ha recrudecido desde la era trumpista, con más de 200 medidas que impiden transacciones comerciales y financieras en el exterior, compra y venta de bienes y servicios, desde la isla y con cualquier tipo de entidad foránea. 

El actual presidente de Estados Unidos, Joe Biden, no ha movido un ápice de estas medidas, aunque fue una de sus promesas de campaña.

En este contexto, desde hace un mes aproximadamente, mediante las redes sociales y medios de comunicación foráneos y cubanos denominados “independientes”, se ha sostenido una campaña de supuesto “colapso” y “caos sanitario” en la isla, que fue generando el ambiente propicio que alimentaron las manifestaciones sociales ocurridas el pasado 11 de julio, manipulando problemas reales. 

Fue una mecha lenta, bien coordinada, que fructificó ante los problemas reales que existen en la isla. 

El pedido de “intervención humanitaria”, “corredor humanitario”, bajo el eslogan de “SOSCuba”, que implica en términos legales internacionales un pedido de una intervención militar, fue el eje del vocerío articulado mediáticamente. 

Esta manipulación continúa hoy, ahora encaminada hacia una construcción de narrativas de supuesta “represión” y “violencia” desde el gobierno cubano que alimentan la crispación social fuera y dentro de la isla.

Ante este panorama, exigimos que cesen todas las acciones articuladas con financiamiento extranjero, especialmente desde Estados Unidos, que buscan acrecentar los problemas económicos y sociales de Cuba, así como la manipulación mediática acerca de su realidad. 

Cuba no necesita ninguna “intervención humanitaria”, ni “corredores humanitarios”, lo que necesita es que se levante el bloqueo económico, comercial y financiero desde Estados Unidos, repudiado por la casi totalidad de los países del mundo desde hace casi tres décadas.

La Revista Memoria se solidariza con la Revolución Cubana, con su pueblo y su gobierno legal y legítimamente constituido.