EL MERCADO NEGRO DE PEMEX

Introducción

La industria del petróleo es amplia y compleja para su análisis. En el caso de México se entretejen aspectos políticos, económicos, sociales y culturales que se han escrito en la historia desde la corona española hasta el mercado negro. En este trabajo se abordan sólo los aspectos considerados medulares que transformaron la industria. Por otra parte, se hace un acercamiento al cálculo del mercado negro, a fin de explicar en términos cuantitativos el fenómeno del robo de combustible.

El documento se divide en dos partes. La primera consiste en un breve recorrido por la industria del petróleo, y se pone el énfasis en los elementos que implican la propiedad de la extracción y producción de derivados del petróleo; se asume que el objetivo es apropiarse de los beneficios de la industria, ya sea por empresas particulares extranjeras o nacionales propiedad del Estado. El segundo apartado plantea un primer acercamiento a un modelo econométrico lineal que explica cómo en 28 años, los automóviles en circulación se incrementaron, mientras que las ventas de gasolina disminuyeron, encontrando que aproximadamente 17 por ciento del abasto de gasolina se da vía el mercado negro, o lo que se ha denominado huachicol.

La industria petrolera en México en contexto

La historia de la industria petrolera en México está llena de desencuentros y desencantos. La propiedad y los beneficios han pasado por diversas manos, entre empresas y empresarios extranjeros y arcas gubernamentales, plagadas de pillaje legal e ilegal; aun así, ha sido vital para el crecimiento y desarrollo del país. La renta petrolera ha contribuido a construir hospitales, escuelas e infraestructura carretera y dar salud a la balanza de pagos, lo mismo que ha financiado lujos de dirigentes sindicales y autoridades en materia de energía. Y ello no es para menos: la industria petrolera resulta fundamental para que la producción y reproducción capitalista continúen la marcha.

La industria petrolera en México ha pasado por diferentes etapas: se distinguen cuatro; a) durante la corona española; b) antes de la nacionalización; c) la expropiación; y d) reforma energética publicada en el Diario Oficial de la Federación el 20 de diciembre de 2013. El proceso de formación de la industria de hidrocarburos en México influye en el fenómeno del mercado negro, o huachicoleo,debido a que la propia configuración de Pemex permite actividades ilícitas desde los empleados de cuello blanco hasta operadores de pipas. En este apartado se hace un breve recuento histórico de la industria petrolera en México.

Durante la corona española, la propiedad del subsuelo fue del soberano español. En 1783, con Carlos III se otorgaron concesiones a privados para la explotación de hidrocarburos. La relevancia de combustible fósil era pobre dados los pocos usos, principalmente como impermeabilizantes, material para construcción y combustible para quinqués.

Las cosas no fueron muy diferentes con el México independiente, salvo que la propiedad era de la nación, pero se daban las concesiones a particulares con retribución al país por el usufructo de la explotación de los recursos naturales.

Las condiciones económicas y políticas en el mundo se transformaron, donde la innovación tecnológica desempeña un papel central. El motor de combustión interna, inventado por el alemán Karl Benz en 1886, tuvo un efecto económico y social vasto: se pasó del transporte masivo movido por locomotoras al individual en automóviles. Para ello tuvo que generarse infraestructura, como las carreteras elaboradas esencialmente con asfalto, también derivado del petróleo, adquiriendo junto con la gasolina y diésel un papel central en la economía.

Durante el mandato de Porfirio Díaz y la ley minera de 1892, la intervención extranjera en la nación fue profusa, pues se otorgaba el derecho total sobre la explotación del subsuelo, a fin de atraer la inversión de Estados Unidos de América e Inglaterra. En ese tiempo, la producción en masa de la industria automotriz fue fundamental para que México se convirtiera en el principal exportador de crudo, debido a que aumentó el uso de gasolinas para dichos países.

El estado con mayor participación fue San Luis Potosí; la extracción se expandió a Tamaulipas, Veracruz, Campeche y Tabasco. En 1911, las empresas propiedad de Doheney de Estados Unidos y Pearson[1]de Inglaterra controlaron 90 por ciento de la producción (Uhthoff, enero-junio de 2010: 9). El gobierno de Díaz dio beneficios, como la exención de impuestos a la importación de maquinaria y la expropiación de tierras para darlas a los empresarios.

Hasta aquí, los gobernantes de México habían cedido los recursos de la nación a empresas extranjeras de las dos principales potencias capitalistas, que aumentaron su productividad y beneficios; es decir se apropiaron de la renta de la tierra de otros países.

Con la Revolución parecía que las circunstancias de los hidrocarburos cambiarían, sobre todo por las adiciones de Venustiano Carranza al Plan de Guadalupe, donde las empresas extranjeras renunciaban a la intervención de sus países ante un conflicto con el gobierno mexicano, además de que aquéllas deberían registrar sus activos y operaciones en el país. Se creó el Departamento del Petróleo, cuya actividad fundamental era vigilar la industria.

La reacción de Carranza era pertinente, pero aún conservadora para los intereses del país y la etapa del desarrollo capitalista que se daba a escala mundial: las transformaciones de la industria bélica inglesa, navíos, vehículos, submarinos y aeroplanos operados principalmente por petróleo y sus derivados, y el estallido de la Primera Guerra repercutieron en el crecimiento de las exportaciones mexicanas (Durán, 1981: 4). La gráfica 1 muestra tal efecto positivo de 1907 a 1921. Las empresas extractoras de crudo tenían como país de origen a los mismos que abastecían. Según datos de Roberto Ortega (2012), las estadounidenses tenían las dos terceras partes del petróleo del planeta, y Standard Oil controlaba 85 por ciento del petróleo en Estados Unidos. Mientras, Dutch Shell controlaba 60 por ciento de la industria petrolera en México; y empresas de EU, con un papel destacado de Standard Oil, el restante 40.

Gráfica 1. Producción de petróleo crudo (miles de barriles).

La fase de descenso tiene que ver con el aumento en la extracción de petróleo, como consecuencia del surgimiento de nuevos mercados en el Medio Oriente y Venezuela. Ello ocasionó una crisis de sobreproducción y una caída en los precios del petróleo, aunadas a la crisis de 1929 en todas las ramas de la producción y sus efectos sociales.

Justo en el periodo de auge se promulgó la Constitución de 1917 y, con ella, el artículo 27, que postula eldominio directo inalienable e imprescriptiblede la nación sobre los hidrocarburos, pero aún se otorgan las concesiones; sin embargo, las empresas con permiso de explotación del subsuelo nacional deberán pagar un impuesto al Estado. La nueva política irritó a los empresarios que tenían sus inversiones en el país, pues por explotar los yacimientos de petróleo debían pagar a la nación un gravamen mayor debido al aumento de la productividad. Eso ocasionó un latente conflicto bélico con Estados Unidos.[1]

Con la llegada de Lázaro Cárdenas a la Presidencia se promulgó el decreto de expropiación el 25 de noviembre de 1934.[2]El 18 de marzo de 1938 se expropiaron los bienes petroleros en manos de empresas extranjeras, pues se consideran de utilidad pública, y quedaron a cargo del Estado maquinaria, instalaciones, edificios, oleoductos, refinerías, tanques de almacenamiento, vías de comunicación, carros tanque, estaciones de distribución, embarcaciones y todos los inmuebles que resultaran de la explotación del petróleo y sus derivados.

Después que los hidrocarburos quedaron en manos del Estado se hicieron en términos legales reformas que permitían la inversión de particulares si el capital era mexicano. Tales reglas fueron modificándose con el tiempo. En 1986 se generaron canales para que de nuevo se diera paso a la inversión extranjera sin modificar el artículo 27, incluida la reforma energética de 2013 aplicada conforme a los preceptos del neoliberalismo impuestos a México para obtener recursos y salir de la crisis de 1994.

Pemex ha sido flanqueada por varios lados. La privatización de 2013 se gestó desde la administración de Felipe Calderón Hinojosa; los despilfarros y la entrega a los capitales extranjeros fueron más administrativos porque ya se aplicaban en periodos anteriores.

La reforma energética realizada por Enrique Peña Nieto modifica el artículo 27 constitucional, donde de forma la riqueza del subsuelo sigue en manos del Estado, pero cualquier empresa podía obtener mediante subasta un contrato para explorar, excavar y explotar yacimientos de petróleo. La primera ronda de la subasta de contratos es la empresa de capital mexicano Sierra Oil & Gas. En diciembre de 2018 se anunció la compra por la alemana Deutsche Erdoel AG; es decir, queda en operación de capitales extranjeros, como en la época de Porfirio Díaz.

Según la información oficial proporcionada por el presidente de la Comisión de Energía en el Senado de la República, Armando Guadiana Tijerina, el huachicoleo se generó desde el interior de Pemex mediante las empresas que tenían contratos para reparare ductos dañados: a fin de que siempre se beneficiaran de los contratos con la paraestatal, hacían las perforaciones a efecto de que ellas mismas pudieran repararlas. Sin embargo, no explican la presencia de la delincuencia organizada en los ductos de Pemex, pero es un tema de discusión que pone a debate las administraciones anteriores y la actual en materia de transparencia y legalidad. Este preámbulo permite entrar en el cálculo del mercado negro.

Cálculo del mercado negro (huachicol)

El 27 de diciembre de 2018, el gobierno federal presentó un plan contra el robo de combustible, el cual se agudizó en el periodo 2012-2018 y tomó niveles alarmantes tanto para las finanzas de Pemex como para la seguridad nacional.

A partir de ese momento, el gobierno tomó –mediante el Ejército–instalaciones estratégicas, como refinerías y terminales de almacenamiento, a fin de evitar el hurto. Desde esa fecha se presentaron diversos eventos que han derivado en la falta de combustible en al menos ocho entidades: Guanajuato, Ciudad de México, Jalisco, estado de México, Michoacán, Querétaro, Morelos y Puebla. Eso generó compras de pánico: largas filas de vehículos abarrotaron las gasolineras. La venta atípica provocó que al día siguiente los inventarios de varios establecimientos se agotasen.

Con la finalidad de tener un acercamiento que explique el fenómeno coyuntural, se realizó un análisis de las ventas históricas de Pemex. Se observa que de 2010 a 2017, el parque vehicular (automóviles en circulación en el país) aumentó 43 por ciento; es decir, 6.74 anual. Durante ese periodo, las enajenaciones de gasolina que reportó Pemex cayeron anualmente. ¿Por qué el número de autos crece y la venta de combustible disminuye? Si Pemex no vendía el hidrocarburo, ¿quién surtía éste?

Para analizar el fenómeno se tomó la serie histórica de ventas de gasolina de Pemex de 1990 a 2018, y se observó una anomalía: de 1990 a 2010, las ventas de gasolina aumentaron conforme aumentaba el parque vehicular. Sin embargo, a partir de 2010, pese a que el número de autos en circulación siguió creciendo, los litros de combustible enajenados disminuyeron.

Se procedió a hacer el análisis de series de tiempo para determinar el modelo econométrico correspondiente a la serie. Los datos se desestacionalizaron (se quitó el efecto de los cambios estacionales por mes) y se procedió a calcular el modelo econométrico. Los resultados fueron los siguientes:

Y = 395.64 + 1.4826X
R= 0.8471

Donde Y representa el cambio de las ventas de gasolina por año (X) y puede interpretarse de la siguiente manera: la constante 395.64 indica la venta mínima en miles de barriles diarios de gasolina; la variable 1.4826X con signo positivo indica que cada año las ventas de gasolina de Pemex aumentan en 1.48 miles de barriles diarios. La R cuadrada es el coeficiente de determinación que indica que al menos 85 por ciento de los datos se ajustan al modelo.

Sin embargo, la serie de tiempo indica que la tendencia cambia en 2010, por lo cual se decidió partir en dos periodos la gráfica: uno de 1990 a 2009 y el otro de 2010 a 2018.La gráfica 2 muestra la serie desestacionalizada de 1990 a 2009, con una indudable tendencia creciente. A partir de 2007, durante el sexenio de Calderón Hinojosa, las ventas se estancan; también se explica por el periodo de crisis económica vivido a escalas mundial y nacional. Aun así, se mantuvieron en los márgenes de la línea de tendencia, la cual representa el modelo econométrico obtenido en el análisis de series de tiempo.

Gráfica 2. Serie desestacionalizada de venta de gasolina, 1990-2009 (miles de barriles diarios).

La gráfica 3 muestra las ventas de Pemex en el periodo 2010-2018. Se observa la tendencia decreciente. Resulta que al último mes de 2018 se vendían en el país los mismos litros de gasolina que 12 años antes, 2006. El modelo econométrico resultante para este periodo fue éste:

Y = 799.94 -0.1099X

Se interpreta de la siguiente manera: la constante 799.94son los miles de barriles de gasolina diarios que Pemex vende como mínimo y la variable -0.1099X indica la variación por año; como es negativa, refleja que cada año la empresa enajena 110 barriles menos.

Gráfica 3. Estimación del mercado negro de gasolinas (miles de barriles diarios).

En la gráfica se observa también la línea de tendencia calculada en el modelo econométrico de toda la serie de tiempo. Al comparar la línea de tendencia original con las ventas reales reportadas por Pemex se tiene una diferencia, la cual representaría el tamaño del mercado negro y puede interpretarse de la siguiente manera: si la venta de gasolina hubiera seguido la tendencia de crecimiento de los años anteriores, hoy la empresa debería estar enajenando más de 900 mil barriles diarios, mientras que lo realmente vendido es menos de 750 mil; hay una diferencia de 150 mil barriles diarios.

Este modelo sería una aproximación del tamaño del mercado negro (área sombreada entre lo que debería vender Pemex y lo realmente enajenado). Es decir, en el mercado de las gasolinas, 83 por ciento es legal, mientras que el mercado negro alcanzó el tamaño de 17 por ciento durante el último sexenio. La caída de las ventas se da de manera pronunciada justo en los años cuando se agudizó el huachicoleo.

La aproximación al tamaño del mercado negro mediante la modelación derivada del análisis de series de tiempo es susceptible de presentar cierto margen de error, pues habría que complementar el modelo con variables que incluyan por ejemplo los rendimientos de combustible de los vehículos, los cambios en los hábitos de uso y variables ambientales como la repercusión de la depresión de 2008. Este modelo, igual que cualquier otro econométrico, tiene las limitaciones de haber tomado sólo las variables indicadas y dado como constantes el resto.

Reflexiones finales

La industria petrolera se convirtió en estandarte de nacionalismo y soberanía nacional a través de Pemex. Las transformaciones en el proceso global de acumulación capitalista fueron configurando de diversas formas el papel de la paraestatal en la economía mexicana y su efecto social. La visibilidad del huachicoleo en México habla de un proceso de corrosión que ha permeado desde la alta burocracia hasta la población de sitios por donde pasa un ducto. El capitalismo ha comprado la ética y la moral a fin de apropiarse de la renta. Por otro lado, las políticas neoliberales aplicadas han empobrecido a la población, que ve la oportunidad de mejorar sus ingresos mediante el hurto, a sabiendas de que ello puede costarle la vida misma.

El huachicoleo generó un negocio ilícito paralelamente con el lícito: valiéndose de los mismos trabajadores de cuello blanco y azul, la actividad se intensificó de 2012 a 2018, y hubo pérdidas por 35 mil millones de pesos al año, con aproximadamente 40 mil perforaciones ilegales. Ello ha resultado en una pérdida para el resto de los mexicanos, quienes no se benefician del robo de combustible y, además, pagan el creciente precio de la gasolina: los beneficios son particulares; y los costos, sociales.

Este acercamiento al cálculo del mercado negro da una muestra de la magnitud del robo y la corrupción. El actual gobierno federal ya hizo la tarea de evidenciar el problema; sin embargo, no basta: tiene la obligación de castigar a los responsables en todos los niveles y generar un programa viable para la industria de los hidrocarburos lejos de cuentas felices y de capital y capitalistas a modo.

Referencias bibliográficas

De la Vega, N. (1999). La evolución del componente petrolero en el desarrollo y transición de México.México, UNAM, página 377.

Diario Oficial de la Federación (2013), Reforma energética, recuperado en enero de 2019 de http://www.dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5327463&fecha=20/12/2013&print=true

Diario Oficial de la Federación (1934), Decreto de expropiación, recuperado en febrero de 2019 de http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/ref/lexp/LExp_orig_25nov36_ima.pdf

Durán, E. (febrero de 1981). El petróleo mexicano en la Primera Guerra Mundial.Recuperado de https://www.academia.edu/1595568/El_petr%C3%B3leo_mexicano_en_la_primera_guerra_mundial

Excélsior(2019), https://www.excelsior.com.mx/nacional/pierde-pemex-35-mil-mdp-en-este-ano-por-huachicol/1281285

Morales I. Escalante C. y Vargas R. (1988). La formación de la política petrolera en México, 1970-1986.México, El Colegio de México, páginas 19-33.

Ortega, L. R. (2012). El petróleo en México. Una industria secuestrada.México, UNAM-Porrúa, página 480.Uhthoff, L. M. (enero-junio de 2010). “La industria del petróleo en México, 1911-1938: del auge exportador al abastecimiento del mercado interno. Una aproximación a su estudio”, en América Latina en la Historia Económica,número 33, 5-30.


[1]Para profundizar en el análisis puede revisarse a Silva H. J. (1964). Historia de la expropiación de las empresas petroleras,México, Instituto Mexicano de Investigaciones Económicas, 123 páginas. Y Meyer, L. (1972). México y los Estados Unidos en el conflicto petrolero 1917-1942,México, El Colegio de México, 503 páginas.

[2]En el artículo primero “se consideran causas de utilidad pública”, punto VII, “la defensa, conservación, desarrollo o aprovechamiento de los recursos naturales susceptibles de explotación” (DOF, 1934: 2).

[3]Los ingenieros que trabajaban para Weetman Dickinson Pearson en la construcción de las líneas férreas de la nación encontraron petróleo. Amparado en la ley según la cual la propiedad y explotación de los recursos mineros serían en beneficio del propietario de los terrenos, Pearson vendió después a Shell la Compañía Mexicana de Petróleo El Águila (Ortega, 2012: 46).