La pandemia global de COVID-19 nos ha dejado al punto del hartazgo y con el anhelo de regresar pronto a la normalidad. La pandemia hace que el mundo parezca una sociedad distópica donde la muerte toma un lugar central. Ha mostrado lo vulnerables que somos frente al capitalismo. En las próximas elecciones en los Estados Unidos, se está ante una disyuntiva: regresar a una supuesta normalidad (si gana Biden) o precipitar el mundo desquiciado (si gana Trump). Los estadounidenses quieren más capitalismo, pero prefieren uno benévolo sobre uno demente.
Bajo esta premisa, el triunfo de Joe Biden es posible. Lo dicen las encuestas y el actuar errático de Trump en su campaña electoral. El COVID-19 prácticamente lo ha dejado en la lona. Los virus no votan, pero sí juegan un papel importante en las elecciones, como la mosca ganadora del debate entre Pence y Harris. Yo consideraba que Joe Biden no sería capaz de movilizar a los que no votaron en las elecciones del 2016. Sin embargo, el sentimiento anti-Trump se ha expandido y ha provocado que más votantes demócratas se registren en estas elecciones y los independientes se inclinen mucho más por Biden que por Trump. Si gana Trump por segunda vez, eso querrá decir que el sistema electoral está caduco y que es necesario revertir ese sistema de colegios electorales, porque es inadmisible que una pequeña porción de la población, preponderantemente blanca, decida sobre la mayoría y elija a un redomado racista, misógino, homofóbico y negacionista del cambio climático.
¿Por qué Trump no podrá ganar?, ¿Por qué Biden está tan cerca de la victoria y qué sucedería si gana las elecciones?, me propongo elucidarlo en este texto, a partir de lecturas de junio a octubre de este año en información de periódicos como The New York Times, La Jornada, The Washington Post; documentales de Frontline y Nova de PBS, noticieros como Russia Today y PBS NewsHour, y programas de investigación como 60 minutes de CBS.
Sobre la primera pregunta, existen cuatro aspectos por los que Trump no ha logrado consolidar su reelección.
Primero, la pandemia de coronavirus. Desde el principio de la emergencia, ha sido un lastre para Trump porque no ha sabido manejar la crisis sanitaria. En primer lugar, por una lenta respuesta al avance del virus. Pese a que la administración de Trump tenía información sobre una “neumonía atípica” en China en las primeras semanas de enero, no fue sino hasta mediados de marzo que se declaró el estado de emergencia y el confinamiento. Trump se dio a notar por su negacionismo, incredulidad, indecisión y negligencia. Un estudio de la Universidad de Columbia afirma que un llamado más temprano a quedarse en casa hubiera prevenido 80% de las muertes en Estados Unidos.[2] Además, la administración de Trump falló al dejar sin material ni equipo al sector médico, incapacitándolos para detectar y paliar el virus; primero, por las fallas y la falta de pruebas en febrero[3] y por la falta de cubrebocas y ventiladores en marzo y abril.[4] Finalmente, Trump desmanteló un equipo de expertos creado por Obama que tenían el objetivo de prevenir las pandemias. En 2018, este equipo pasó del Consejo de Seguridad Nacional a instituciones secundarias como el Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos.[5]
Los efectos de la pandemia son los siguientes: casi 216,000 muertos y casi 8 millones de personas infectadas. La pandemia entró al territorio estadounidense por las costas de California, Washington y Nueva York; después se extendió a ciudades mayormente pobladas como Nueva Orleáns, Detroit y Chicago. Luego siguió hacia los llamados estados del Sol, y en las semanas recientes empieza a golpear a los estados del cinturón del hierro oxidado.
Si bien en un primer momento la pandemia comenzó en estados demócratas, poco a poco se fue expandiendo a los estados del centro y los estados péndulo que votaron por Trump en las pasadas elecciones. Esto ha provocado que la gente siga muriendo y que el sentimiento contra Trump se propague. El virus, incluso, llegó a la Casa Blanca infectando al mismo presidente y a muchos de sus colaboradores. Sin embargo, Trump apuesta por la división, la política de identidades y el cuestionamiento de la legitimidad del voto por correo. Es por ello que ha alentado a los grupos terroristas cristianos al hacer llamados a liberar estados demócratas de las medidas restrictivas para detener la propagación del virus. De hecho, un grupo armado intentó secuestrar a los gobernadores de Michigan y Virginia. Esto puede ser una señal de que si Trump no gana las elecciones podrían producirse ataques terroristas o diversas formas de violencia.
Segundo, los efectos de la pandemia en el ámbito económico han sido brutales. En el mes de abril hubo alrededor de 45 millones de desempleados y las pequeñas y medianas empresas estaban completamente paradas.[6] Como consecuencia, el Congreso acordó un histórico paquete de rescate de 2.3 billones de dólares, la mayor parte de ese dinero llegó a los bancos y las grandes corporaciones, pero casi nada a las pequeñas empresas, a los seguros de desempleo y al ciudadano de a pie. Pese a la devastadora crisis económica, las bolsas de valores se mantienen estables, dejando la pregunta de cómo en medio de esta crisis el sistema financiero y la especulación siguen acumulando con creces.
Han habido algunos repuntes en la economía, se ha reportado que hay, un no halagador, 12.6 millones (8%) de desempleados en el mes de septiembre.[7] Pese a ello, la pandemia ha provocado que alrededor de 8 millones más de personas estén en situación de pobreza.[8] Aun se puede sentir que hay miedo y desconfianza por parte de las personas de regresar a restaurantes, viajar al interior del país y comprar en los pequeños negocios. La economía está devastada y será difícil recuperarse. El error de los republicanos, dirigidos por Mitch McConnell, en el congreso, y Trump es que bloquearon un segundo paquete de rescate que tenía el objetivo de dar más apoyo a las pequeñas empresas, desempleados y a esos millones de pobres. Ellos argumentaban que un segundo paquete de rescate no incentivaría a la gente a buscar empleo. Sin embargo, olvidaron que no es que la gente no quiera buscarlo, sino que no hay puestos de trabajo. La crisis económica golpea las aspiraciones de Trump, ya que en el 2016 se vendió como una opción anti establishment y como un millonario que podría mejorar la economía. Lamentablemente, para su causa, esto no ha sucedido y en cambio la recesión económica se ha recrudecido.
El tercer factor es el fuego amigo entre los partidarios de Trump o las desbandadas. Personas importantes del partido republicano han retirado su apoyo al magnate, como es el caso del excandidato presidencial republicano, Mitt Romney, el exsecretario de Estado, Colin Powell, y la senadora de Alaska, Lisa Murkowski. También el sector militar se ha manifestado en contra de la administración actual -el jefe militar, Mark Milley, el secretario de la Defensa, Mark Esper y el jefe militar, James Mattis, cuestionaron el uso del ejército en las calles en las protestas de Black Lives Matter. También ha habido discrepancias con personas cercanas a Donald Trump como John Bolton, ex asesor del consejo de seguridad, quien dijo que Trump era ignorante e incapaz de ser presidente.[9] Además, Trump no tiene en su campaña a Steve Banon quien jugó un papel fundamental para la victoria de Trump en el 2016. Ahora, Banon está encarcelado en espera de un juicio sobre el mal manejo de recursos de la campaña del 2016. Finalmente, el factor The Lincoln Project que es un proyecto de republicanos que están tratando de convencer a otros republicanos de no votar por Trump. Este grupo ha empezado a ganar protagonismo.
Finalmente, existe un cuarto factor al que muy pocos han puesto atención, es el hecho de que Joe Biden no es mujer. Esto evidencia que la sociedad norteamericana sigue siendo patriarcal. En 2016, Steve Banon rescató la campaña de Trump, en medio de la crisis de las grabaciones, en la que el mismo Trump hablaba con un lenguaje obsceno e impúdico hacia las mujeres. Banon montó la escena en la que algunas mujeres, supuestamente acosadas por Bill Clinton, criticaban a Hilary de proteger a su esposo. Todas estas historias de mujeres han perdido protagonismo en la campaña del 2020. Además, me pareció interesante que Trump, en el debate, se refiriera a Biden de una forma respetuosa como “Joe”, cuando en los debates con Hilary Clinton en 2016 ni siquiera mencionara su nombre y siempre estuviera refiriéndose a Hilary como “ella”, en tercera persona. Trump se mostró mucho más cómodo en el debate con Hilary, sin embargo, en su debate con Biden se mostró a la defensiva, interrumpiendo a su contrincante y al moderador. Por ese hecho, se dice que fue el peor debate de la historia. Trump mostró nuevamente su discurso misógino cuando llamó “monstro” a Kamala Harris. Aunque no tiene el mismo efecto, pues Harris es la candidata a vicepresidenta y puede que al final beneficie al demócrata.
¿Por qué Biden está tan cerca de la victoria y qué pasaría si Biden gana?
Primero me gustaría hablar de las elecciones primarias del partido demócrata. Existieron, para mí, cuatro motivos principales para la victoria de Biden:
- Por el “aura de Obama”. Cuando fue llamado a ser vicepresidente por Obama, Biden pasó de ser una figura de mediano rango en la política estadounidense a ser una con mayor presencia e influencia. Incluso, se habló mucho de que podría ser candidato demócrata en el 2016, pero por la muerte de su hijo decidió no participar en la contienda.
- Biden puede mover al voto afroestadounidense. Su impresionante victoria en las primarias en Carolina del Norte lo muestran. La razón principal es la cercanía de Obama que es inmensamente popular con esta minoría racial.
- La coalición del centro y el establishment del partido. Después de su victoria en Carolina del Norte, Pete Buttigieg, exalcalde de South Bend, Indiana, y Amy Klobucher, senadora de Minnesota, se retiraron de la contienda de manera prematura para darle su apoyo.
- Las disputas entre el ala progresista. Bernie Sanders y la senadora, Elizabeth Warren, entraron en una pelea innecesaria. Warren se mantuvo en la contienda electoral más tiempo del que se requería y dividió el voto progresista.
Existen varios factores que hicieron de Biden un contrincante peligroso para Trump. Primero, la experiencia política de Biden, que desde 1972 cuando ganó su asiento en el senado hasta la fecha, ha logrado entablar relaciones de colaboración entre demócratas y republicanos en las altas esferas del poder. Segundo, Estados Unidos todavía no está preparado para un presidente como Bernie Sanders. Aunque la agenda de Biden es mucho más radical en comparación a otros presidentes demócratas, Biden no es Bernie, por lo que es suficientemente conservador para jalar el voto del centro. Además, se tiene una imagen de Biden de que une a sectores y grupos sociales —de hecho, se dice que Biden es “el amigo que todos quieren tener”—. No hay mejor ejemplo que cuando nombró a Kamala Harris como vicepresidenta. Harris, que ciertamente conecta con la comunidad afroestadounidense, ampliamente visible con el movimiento Black Lives Matter, fue llamada por Biden como muestra de conciliación después de que Harris le dio una paliza en el debate de las primarias demócratas, cuestionándolo sobre temas raciales en el sistema de autobuses en la educación primaria. Otro factor es que el ala progresista entendió que era necesario unirse con el ala conservadora del partido demócrata para derrotar a Trump. Es cierto que Alexandria Ocasio-Cortez nombró a Bernie Sanders como candidato en la Convención Demócrata, pero Bernie Sanders ha apoyado la candidatura de Biden y ha intentado radicalizar su plataforma política desde dentro. Último punto a considerar, según las encuestas de PBS NewsHour, un sector determinante en las elecciones son los independientes. Según, los datos que se recopilaron, 57% de los independientes votarán por Biden, de ese 57%, 70% son mujeres. Esto quiere decir que puede que las mujeres le den el triunfo a Biden, que han sido empoderadas por el hecho de que Biden nominó a la primera mujer de color como vicepresidenta.[10]
El factor que muy pocos consideran es que en el debate presidencial se evidenció algo psicoanalítico que podría estar a favor de Biden. Trump se mostro como un “bully” en todo el debate,[11] principalmente porque Trump se desquició e interrumpió a Biden y al moderador todo el tiempo. Ahí se evidenció el niño bully de Trump quien asistió a una escuela militar y se volvió el jefe del grupo abusando de los demás. Por el otro lado, Biden de niño sufrió de tartamudez y fue abusado por ello. Trump usualmente se refiere a él en redes como el “lento”. Si bien eso era más tolerado socialmente en generaciones anteriores, hoy en día la cultura anti-“bullying” es muy prominente en las escuelas. Tal vez esa nueva cultura escolar, reafirme la posición de Biden.
Ahora qué pasaría si Biden gana. Primero, hay que ver qué sucedería con el congreso. Si el congreso tiene mayoría republicana, Biden tendría muy poco margen de maniobra. Si el congreso es demócrata, Biden podrá echar atrás las políticas de Trump, e implementar unas más ambientalistas y continuar con su propia agenda de aumento de impuesto a los más ricos, expandir medicare y el programa de food stamps. Por otro lado, considero que habrá disputas internas en el partido demócrata. El ala progresista cobra más fuerza, los jóvenes votantes y las nuevas generaciones desean cambios radicales en el statu quo y en el sistema político. Esto provocará que las diferencias ideológicas y pragmáticas entre el statu quo del partido y el ala progresista se amplíen. También, habrá mucho debate y discusión sobre si se debe enjuiciar a Trump. Trump tiene un historial oscuro principalmente con el Russiangate, la evasión del fisco y los actos de corrupción de sus colaboradores. Asimismo, se tendrá que reformar a la policía. Black Lives Matter mostró que es fundamental hacer cambios drásticos con respecto a la brutalidad de los cuerpos policiacos contra las minorías raciales. Del mismo modo, habrá una discusión con respecto a ampliar el número de asientos judiciales. El nombramiento de Amy Coney Barret por Trump inclina la balanza de 6 a 3 jueces conservadores sobre los liberales. Esto pondrá en duda temas cruciales como el aborto, Medicare y los matrimonios homosexuales. El problema es que la mayoría de la población no está de acuerdo a que se reformen estos temas.
Si gana Trump, o pierde por poco margen e irrumpe la violencia, este mundo distópico continuará.
[1] Ball State University.
[2] Escuela de Salud Pública Mailman de la Universidad de Columbia, “Proyecciones COVID-19: la respuesta tardía al rebote costaría vidas”, 21 de mayo de 2020. (Acceso 8 de julio 2020), disponible en: < https://www.publichealth.columbia.edu/public-health-now/news/covid-19-projections-delayed-response-rebound-would-cost-lives>.
[3] Marcela Gaviria y Martin Smith, “The Virus: What went wrong?”, Frontline, PBS, June, 2020. (Acceso 19 de octubre de 2020) disponible en: https://www.pbs.org/wgbh/frontline/film/the-virus/
[4] Peter Klein, Christine Brandt, Juliet Linderman, Martha Mendoza, Kate McCormick, “America’s Medical Supply Crisis”, Frontline, PBS, October, 2020. (Acceso 19 de octubre de 2020) disponible en: https://www.pbs.org/wgbh/frontline/film/americas-medical-supply-crisis/
[5] Deb Riechman, “Trump disbanded NSC pandemic unit that experts has praised”, ABC News, March, 2020. (Acceso 19 de octubre de 2020) Disponible en: https://abcnews.go.com/Politics/wireStory/trump-disbanded-nsc-pandemic-unit-experts-praised-69594177
[6] Lance Lambert, “45.7 Millions Have Filled for Unemployment during the Pandemic -greater than combined population of 23 states”, Fortune, June, 2020. (Accesso 19 de octubre de 2020) Disponible en: https://fortune.com/2020/06/18/45-7-million-have-filed-unemployment-during-the-pandemic-greater-than-the-combined-population-of-23-states/
[7] Bureau of Labor Statistics, September 2020. (Acesso 19 de octubre de 2020) Disponible en: https://www.bls.gov/news.release/pdf/empsit.pdf
[8] Jason De Parle, “8 Millions Have Slipped Into Poverty Since May as Federal Aid Has Dried Up”, The New York Times, October 15th, 2020. (Acceso 19 de octubre de 2020) Disponible en: https://www.nytimes.com/2020/10/15/us/politics/federal-aid-poverty-levels.html
[9] John Bolton, The Room Where It Happened (New York: Simon and Schuster, 2020).
[10] “As Democrats raise record cash, which voters are favoring Biden?” PBS NewsHour, October 15th , 2020 (Accesso 19 de Octubre 2020) Disponible en: https://www.pbs.org/newshour/show/as-democrats-raise-record-cash-which-voters-are-favoring-biden
[11] El autor se refiere al primer debate (29/10/20), pero el hecho se repitió en el segundo debate también (22/10/20). N. del E.