MIL MANERAS DE SER GLORIA

ARCHIVOS, ESCRITURA Y NEPANTLAS DE GLORIA ANZALDÚA

Desde el 2005 la Nettie Lee Benson Latin American Collection adquirió el “Gloria Anzaldúa Archive” que comprende la biblioteca y documentos personales de la poeta, profesora, activista y nepantlera chicana Gloria Anzaldúa.[1] A 20 años de su fallecimiento, ocurrido en mayo de 2003, aún hay mucho material por explorar para comprender mejor sus aportaciones y sus propuestas. Si bien su obra Borderlands/La Frontera: la nueva mestiza[2] y la obra colectiva Esta puente mi espalda[3] tuvieron una circulación importante en el círculo intelectual chicano del sur de los Estados Unidos, hasta hace pocos años, Gloria Anzaldúa era relativamente desconocida en México.[4] Este ensayo es parte de un esfuerzo compartido por estudiar la obra y los archivos de Gloria Anzaldúa desde y en México.

En ese tenor, hace poco menos de un año escribí y publiqué un texto sobre ella explorando dos conceptos: la Filosofía y el Nepantla.[5] De ese ejercicio surgió la necesidad de revisar sus documentos personales para, en principio, tener la posibilidad de trazar un bosquejo más completo de sus propuestas. Sin embargo, la riqueza y diversidad del archivo me llevaron transitar por otros caminos, orillas y fronteras. He aquí el relato de ese viaje.

Los “Gloria Anzaldúa Papers” contienen documentación oficial, documentos de trabajo, publicidad, revistas, correspondencia, material audiovisual, correos electrónicos, etc., de la pensadora chicana. Aunque es un archivo disponible para su consulta, presenta algunas restricciones. Por ejemplo, la correspondencia con sus hermanas Hilda y Amalia Anzaldúa, así como con la escritora Cherríe Moraga no están disponibles para su revisión; por otra parte, sus diarios personales estarán en resguardo por un periodo de 20 años, cuya apertura sería en enero de 2026. 

MIL MANERAS DE SER GLORIA: NOMBRARSE A SÍ MISMA

Durante mi pesquisa, aunque breve, tuve algunos momentos de sorpresa. Primero, pude constatar que su acta de nacimiento, elaborada en 1942, fue enmendada en 1972 en al menos 4 líneas. Por principio, tenemos que Gloria fue registrada como Eva Angeline Anzaldúa; los nombres de sus padres aparecen escritos erróneamente: Amalia, su madre, aparece como Amalio, mientras que Urbano, su padre, aparece como Urbana. Además, se les señala como “mexicanos”, aun cuando eran ciudadanos estadounidenses. En la enmienda solicitada en 1972, se ajustaron los datos, agregando “Gloria” y castellanizando el “Eva Angeline” por “Evangelina”. Se rectificaron los nombres de sus padres: Amalia y Urbano, pero en lugar de “mexicanos” aparece la palabra “whites” (“blancos”). Ignoro si el cambio de ese último dato fue solicitado por la misma Gloria o si hubo intervención de la familia o las autoridades correspondientes.[6]

Durante 30 años, Gloria no se llamaba oficialmente Gloria. Sin embargo, en su fe de bautismo sí aparece su nombre completo: Gloria Evangelina Anzaldúa. Ese documento, no obstante, es una copia del original, y fue solicitado en 1972, justamente unos días antes de que se realizara la enmienda al acta de nacimiento. Incluso podemos ver en sus diplomas de graduación, tanto del Junior como del High School, ecos de las imprecisiones de sus documentos. El primero solamente dice “Gloria Anzaldúa” y el segundo dice “Gloria Evan Anzaldúa”. En el 72, la poeta tenía 30 años; es probable que haya tenido que “arreglar” esos papeles para el título universitario que logró ese año en la Universidad de Texas en Austin. Estos ajustes de nombres, y por tanto de identidades culturales, son una constante en la vida de Gloria Anzaldúa, pero no solamente en lo referente a trámites legales. 

Esta constante redefinición también podemos notarla en la elaboración de sus semblanzas personales. En un documento, ella se define como “queer”, chicana-tejana, feminista, poeta patlache y escritora. En otro documento, escrito a mano, vemos enmendaduras, tachaduras y reorganizaciones de lo que “ella es” o al menos de cómo se presenta ante el mundo.

En muchos otros papeles, las palabras que utiliza para definirse se repiten, cambian de orden, desaparecen, pero reaparecen más adelante. Llega un punto en el que ya no usa la palabra “queer”, y tacha las palabras “anarca-lesbiana feminista” para colocar: “Soy una chicana-tejana”; posteriormente integra “lesbiana, anarquista, feminista quien ama escribir”. Pero luego se nombra de otra manera: “chicana tejana” (así, con j), “dyke, feminista patlache, escritora de ficción y teórica cultural”.[7]

En ese sentido, Anzaldúa señala que, en la década de los ochenta del siglo pasado, ella ya tenía varias formas de nombrarse, “no era nomás chicana, también era mujer de color, feminista, y también jota -queer- y escritora”.[8] El ejercicio de autodefinición que Anzaldúa mantiene a lo largo de su vida y su obra me hace pensar que hay mil maneras de ser Gloria, “mil maneras de ser lo mismo, de otra manera”.[9]

LA ESCRITURA COMO ACCESO A LA AUTOHISTORIA, A LA AUTODEFINICIÓN

Lejos de hacer una valoración de las elecciones de Gloria Anzaldúa sobre sus procesos identitarios, me centro en observar su proceso de escritura, de autodefinición, no solamente de su obra, sino de ella misma como sujeta epistémica, como sujeta de conocimiento. Anzaldúa ha señalado que “ser escritora se parece mucho a ser Chicana, o ser queer -mucho retorcerse, darse contra todo tipo de muros-. O lo contrario: nada definido o definitivo, un estado de limbo sin límites en el que floto y pateo con los talones, rumio, filtro, hiberno y espero a que suceda algo.”[10]

Para Gloria, la escritura es un lugar incómodo, una necesidad lejos del placer de escribir; en sus palabras, “escribo porque temo escribir, pero tengo más miedo de no escribir”.[11] Además, es un proceso de invención, de generar una autohistoria que, insisto, es incómodo, pues la confronta constantemente con su propio temor:

Para escribir, para ser escritora, tengo que confiar y creer en mí misma como hablante, como voz para las imágenes. Tengo que creer que soy capaz de comunicar con palabras y con imágenes y que puedo hacerlo bien. Una falta de fe en mi ser creativo es una falta de fe en mi ser total y viceversa -no puedo separar mi escritura de ninguna parte de mi vida-. Todo es uno.[12]

Más allá de la escritura, Anzaldúa reconoce que para escribir hace falta pasar de un lugar a otro, tender una puenteque conecte varias orillas, que integre lo desmembrado. Para ello, la escritora chicana recurre a su concepto de nepantlaque representa:

[…] una de las etapas de la escritura, […] la etapa en la que tienes todas esas ideas, todas esas imágenes, frases y párrafos, y en la que intentas integrar todas ellas en una sola pieza, una historia, un argumento o lo que sea, por lo que se da la sensación de que se vive entre la niebla del caos -todo es muy confuso-.[13]

Es frecuente, en la escritura de Anzaldúa, la presencia de Coyolxauqui, la diosa de la luna desmembrada por su propio hermano Huitzilopochtli. Así se ilustra cuando indica que “tanto si estás componiendo una obra de ficción o tu propia vida como si estás componiendo la realidad, o tu propia cultura, siempre estamos tomando piezas fragmentadas y poniéndolas juntas, formando un todo que tenga sentido.”[14]

EL NEPANTLA: CAMINO Y TRANSFORMACIÓN

De acuerdo al Gran Diccionario Náhuatl, la palabra nepantla[15] quiere decir en medio de y ha sido utilizada para designar el espacio entre dos masas de agua, el espacio entre dos mundos. Para Anzaldúa, el nepantla es “un espacio limitado, un espacio donde no eres ni una cosa ni otra, sino que es donde te encuentras en proceso de cambio”; según su experiencia como chicana, como persona que está entre la cultura norteamericana y la mexicana, lugar en el que según ella “aún no te has metido en la nueva identidad ni tampoco has dejado atrás la antigua, -te encuentras en una especie de transición-”. Por lo tanto, el nepantla para ella es un sitio “raro, incómodo y frustrante […] porque te encuentras en mitad de esa transformación”.[16]

Además de ello, Anzaldúa establece que ese nepantla “es un estadio por el que pasan hombres y mujeres, y toda persona que desee transformarse en una nueva persona y seguir creciendo y seguir desarrollándose”.[17] El nepantla es un in between, en donde “hay que aprender a vivir en el caos, en conflicto, en la angustia”[18], para lo cual será preciso un alto grado de adaptabilidad, yendo de un punto a otro, o como se ha señalado con anterioridad, hacerla de puente. Elnepantla, entonces, sería el lugar del que proviene el cambio, que es camino, pasaje y ciclo.[19]

Gloria Anzaldúa viajó al Mictlán el 15 de mayo de 2003. Dejó tras de sí muchos “papeles” que hoy nos permiten un acercamiento distinto a alguna de las orillas de su vida. Sirva este ensayo como una invitación a leer las “mil maneras de ser Gloria”, de transitar por ese nepantla que nos propuso, y que sea, sobre todo, una invitación a escribir y transformar(nos).

Bibliografía

Anzaldúa, Gloria. Borderlands/La Frontera. La nueva mestiza. Editado por Sonia Saldívar-Hull, Carmen Valle, y Karin Ikas. Madrid: Capitán Swing, 2016.

———. “Gloria Anzaldua lecture”. Special Collections and Archives Research Center, Oregon State University Libraries., el 23 de abril de 2003. https://media.oregonstate.edu/media/t/0_wkv89qm9.

Anzaldúa, Gloria, y Cherrie Moraga. This Bridge Called My Back: Writings by Radical Women of Color. Watertown, Mass: Persephone Press, 1981.

Gran Diccionario Náhuatl. “‘Nepantla’”. Consultado el 25 de septiembre de 2021. https://gdn.iib.unam.mx/.

Ikas, Karin. “Entrevista con Gloria Anzaldúa”. En Borderlands/La Frontera. The new mestiza, editado por Gloria Anzaldúa, 271–92. Madrid: Capitán Swing, 2016.

Joysmith, Claire. “Ya se me quitó la vergüenza y la cobardía. Una plática con Gloria Anzaldúa”. Debate feminista 8 (septiembre de 1993): 3–18.

Martínez Martínez, Mayra Jocelin. “Gloria Anzaldúa: nepantlera de la Filosofía”. En Las filósofas que nos formaron. Injusticias, retos y posibilidades en la Filosofía, editado por Aurora Georgina Bustos Arellano y Mayra Jocelin Martínez Martínez. Centro de Estudios Humanísticos – Universidad Autónoma de Nuevo León, 2022.


* La autora es estudiante del Doctorado en Filosofía con acentuación en estudios de la cultura de la Universidad Autónoma de Nuevo León.

[1] Gloria Evangelina Anzaldúa Papers, Nettie Lee Benson Latin American Collection, University of Texas Libraries, The University of Texas at Austin.

[2] Gloria Anzaldúa, Borderlands/La Frontera. La nueva mestiza, ed. Sonia Saldívar-Hull, Carmen Valle, y Karin Ikas (Madrid: Capitán Swing, 2016).

[3] Gloria Anzaldúa y Cherrie Moraga, This Bridge Called My Back: Writings by Radical Women of Color (Watertown, Mass: Persephone Press, 1981).

[4] Por ejemplo, la revista Debate Femista publicó en 1993 y en 2001, una entrevista y un texto de Anzaldúa. Véase: Joysmith, Claire. “Ya se me quitó la vergüenza y la cobardía. Una plática con Gloria Anzaldúa”, Debate Feminista, Vol. 8 (septiembre 1993), pp. 3-18; Anzaldúa, Gloria. “La prieta”, Debate Feminista, Vol. 24 (octubre 20012), pp. 128-141.

[5] Mayra Jocelin Martínez Martínez, “Gloria Anzaldúa: nepantlera de la Filosofía”, en Las filósofas que nos formaron. Injusticias, retos y posibilidades en la Filosofía, ed. Aurora Georgina Bustos Arellano y Mayra Jocelin Martínez Martínez (Centro de Estudios Humanísticos – Universidad Autónoma de Nuevo León, 2022).

[6] Gloria Evangelina Anzaldúa Papers, Nettie Lee Benson Latin American Collection, University of Texas Libraries, The University of Texas at Austin, Box 1, Folder 1, 3 y 6. 

[7] Gloria Evangelina Anzaldúa Papers, Nettie Lee Benson Latin American Collection, University of Texas Libraries, The University of Texas at Austin, Box 1, Folder 5

[8] Claire Joysmith, “Ya se me quitó la vergüenza y la cobardía. Una plática con Gloria Anzaldúa”, Debate feminista 8 (septiembre de 1993): 3–18.

[9] Alusión al poema “Las jacarandas”, de Tomás Segovia.

[10] Anzaldúa, Borderlands/La Frontera. La nueva mestiza, 128.

[11] Anzaldúa y Moraga, This Bridge Called My Back: Writings by Radical Women of Color, 223.

[12] Anzaldúa, Borderlands/La Frontera. La nueva mestiza, 129.

[13] Karin Ikas, “Entrevista con Gloria Anzaldúa”, en Borderlands/La Frontera. The new mestiza, ed. Gloria Anzaldúa (Madrid: Capitán Swing, 2016), 282–83.

[14] Anzaldúa, Borderlands/La Frontera. La nueva mestiza, 129.

[15] Gran Diccionario Náhuatl, “‘Nepantla’”, consultado el 25 de septiembre de 2021, https://gdn.iib.unam.mx/.

[16] Anzaldúa, Borderlands/La Frontera. La nueva mestiza, 281.

[17] Ikas, “Entrevista con Gloria Anzaldúa”.

[18] Gloria Anzaldúa, “Gloria Anzaldua lecture”, Special Collections and Archives Research Center, Oregon State University Libraries., el 23 de abril de 2003, https://media.oregonstate.edu/media/t/0_wkv89qm9.

[19] Anzaldúa.