QUE NO NOS ARREBATEN EL DERECHO A LA ESPERANZA

Estamos cerca del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer. Pero todos los días son propicios para hablar y sensibilizar sobre la importancia que tiene avanzar hacia mayor igualdad de la mano de este gran proyecto que encabeza nuestro querido presidente Andrés Manuel López Obrador. Yo estoy convencida que esta es una época de grandes transformaciones. Nos estamos revolucionando y en esto la incursión de las mujeres central. Porque se han dado las condiciones históricas para que las mujeres podamos ocupar espacios en donde se toman decisiones. También hay que decirlo, han sido las banderas y la lucha de las mujeres desde la izquierda lo que de alguna manera favorecido el avance de las mujeres en diferentes campos. Por ejemplo, tener claro que la legislatura llamada de la paridad, logró entre otras cosas, en el primer periodo de esta administración  garantizar la paridad en todo.

Nos han comentado, en ONU Mujeres, que México es ya un país referente en torno a la paridad superado solamente por Cuba y por Bolivia en la región latinoamericana y del Caribe. Somos un país que ahora mismo tiene garantizada la paridad en la cámara alta, en la cámara baja. Tenemos congresos locales con un mínimo de 50% de legisladoras mujeres y algunos como Quintana Roo y el estado de Morelos superan el 50% de la participación de mujeres en el congreso local. Y por supuesto también en el gabinete federal. No hay que perderlo de vista nunca porque no es algo nuevo. Es algo que por convicción estuvo impulsando el ahora presidente de la república desde que estaba en jefatura de gobierno de la Ciudad de México. Fue el primero en incluir en un gobierno a una cantidad importantísima de mujeres que hicieron la diferencia en la manera de gobernar. Desde ahí la paridad se está extendiendo.

Sin embargo, no hemos logrado suficiente representación por ejemplo en las administraciones municipales, tenemos apenas 27% de presidentas municipales. Es importante tener claro que la administración municipal todavía requiere una mayor presencia de las mujeres porque al final es allí en el territorio, en el municipio, en lo local en donde se requiere la voz la sensibilidad y el trabajo de las mujeres. Estamos avanzando cada vez más para que más mujeres puedan asumir las presidencias municipales. Falta, pero hay que decir que tenemos un gran camino andado.

Es necesario entender que, desde una perspectiva de izquierda, en una dimensión transformadora de la realidad, nosotras las mujeres que hemos roto el techo de cristal y los pisos resbalosos, tenemos mayor responsabilidad. Y tenemos como uno de nuestros grandes desafíos lograr que el 99% de las mujeres rompan el techo de cristal y puedan acceder también a los espacios de toma de decisiones. Pero también, que puedan acceder al ejercicio de todos los derechos. Nuestra responsabilidad es mayor todavía, impulsando y garantizando la participación sobre todo de las jóvenes para que puedan asumir el liderazgo de este país. Quiero concluir esta primera idea señalando que ha sido en la Cuarta transformación cuando podemos observar una participación efectiva de las mujeres en estos espacios.

Tenemos siete gobernadoras de Morena, pero las nueve gobernadoras del país representan ni más ni menos que a 26 millones de mexicanas y de mexicanos. Hemos avanzado como nunca en la historia en esos espacios, pero también hay que reconocer que entre los principales desafíos que tenemos está garantizar el acceso a la justicia para las mujeres. Debemos tener muy claro que hay una aspiración que es muy legítima. Es una aspiración de quienes nos reivindicamos la militancia en la izquierda desde hace décadas: la promoción de la igualdad entre hombres y mujeres. Desde aquí y ahora podemos avanzar en el reconocimiento de los derechos para todas y para todos. Como aspiración de las mujeres afroamericanas, de las mujeres indígenas, de las que trabajan en la maquila, de las que están en el programa Sembrando vida, de las mujeres de las zonas urbanas, de las pequeñas empresarias. Todas las mujeres en este país tenemos esa aspiración: la de lograr el reconocimiento de que somos sujetas sociales de derechos, que lo que tenemos no es una dádiva. Que los programas sociales no son regalos, que no son concesiones, sino un derecho. 

Las mujeres hemos vivido históricamente un rezago estructural. Sin embargo, en estos cuatro años hemos presenciado la recuperación, según las cifras, del salario mínimo y esto contribuye a mejorar la calidad de vida de las mujeres y su derecho a tener un salario digno. También la incorporación de las trabajadoras domésticas en el seguro social y la incorporación de las mujeres adultas mayores dentro de la pensión universal. Tenemos que mantener como aspiración de este proyecto de izquierda contar con todos los derechos: la educación, la salud, la cultura. Además, las mujeres queremos que nuestras hijas y nuestros hijos tengan la posibilidad de formarse en las universidades; que tengan posibilidad de convertirse en profesionistas y de salir adelante.

De repente a la izquierda nos cuesta mucho trabajo colocarnos en las circunstancias que rodean a una familia de escasos recursos, se requiere de una gran capacidad de abstracción para entender qué es lo que sucede en el día a día con una familia que vive en pobreza extrema. Cuando llegan los programas sociales, como las becas Benito Juárez, llegan a los hogares más humildes y le dan la posibilidad a los jóvenes de garantizar asistir la escuela y a las niñas garantía de continuar la secundaria.

Yo veo las mañaneras –creo que he visto 98% de ellas– porque es muy inspirador lo que ves. Una de mis favoritas es la que se dio cuando apareció la crisis por el incremento del costo del gas. Se vendían los cilindros con menos gas y la respuesta del presidente fue crear “gas del bienestar”. De una manera clara y sencilla el presidente analizó el problema. Entonces dijo tres cosas fundamentales: las familias más pobres tienen primero que garantizar el transporte para poder ir a trabajar; en segundo lugar, tienen que garantizar el gas para preparar la comida y bañarse; y en tercer lugar, la alimentación. Ese es un conocimiento profundo de la sociedad y de la gente que más lo necesita.

Por eso los programas de bienestar social son extraordinarios. Hablamos de seiscientos mil millones de pesos en gasto programable dedicado a los programas para el. Le cambia la vida a quienes más lo necesitan y por eso tenemos que decir que estamos en la ruta correcta. Este gobierno está sentando las bases de una transformación efectiva.

Pero sigue habiendo un tema que nos inquieta, que nos duele, que nos ocupa más que preocuparnos, que nos indigna. Es el que tiene que ver con la violencia que afecta a las mujeres y las niñas. Estoy convencida de que la violencia, cualquier tipo de violencia, psicológica, social, patrimonial, comunitaria, no distingue condición social, ni de clase, no distingue raza, no distingue credo. Pero sí creo que la violencia que afecta a las mujeres por el hecho de ser mujeres impacta sobre todas las más pobres. Impacta principalmente en violencia familiar, impacta también de manera directa –y lo hemos visto en todas las estadísticas– a las mujeres trabajadoras de la maquila. Hay un fenómeno estructural de la violencia que nos afecta como mujeres, pero que no es solamente un tema privativo de las mujeres. La violencia que se ejerce en contra de nosotras nos afecta como sociedad y tiene muchas causas económicas, sociales, culturales. Por eso lo que hay que atender son las causas y hay que decir también con mucha claridad, que las causas se están atendiendo, principalmente con los programas sociales, mejorando el ingreso, la educación, las oportunidades de acceso al trabajo y al crédito. 

Pero hay un tema que es cultural y que tenemos que romper. La mayoría de los feminicidios tienen que ver con una relación cercana a la víctima. En la mayoría de los casos el feminicida es alguien cercano a la familia o es alguien que tuvo, tiene o tenía una relación sentimental con esa persona. Para ejemplificar esto nosotras, desde la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (CONAVIM), nos toca la responsabilidad de hacer que sucedan cosas. Que las instituciones hagan su trabajo, que las agencias del ministerio público entiendan de una vez por todas los casos, que no pueden seguir re-victimizando las mujeres, cuestionándolas cuando acuden a las agencias del ministerio público, que dejen de justificar las agresiones: “¿Por qué saliste? Mira cómo te vestiste. No salgas en la noche. Cuida tus amistades. No denuncies a tu pareja porque se va a ir a la cárcel y luego ¿tú que vas a hacer? ¿Cómo te vas a mantener?” Todo eso lo escuchamos todavía. Entonces, nos toca desde la CONAVIM decirle a las agencias del ministerio público y a las fiscalías, que no pueden estar cuestionando ni dudando de la palabra de las mujeres. Y pongo un ejemplo que nos ha dolido mucho. Cuándo hablamos de la importancia de romper el cerco cultural, hablamos también de la revolución de las conciencias, de entender la necesidad que tenemos como sociedad, de promover la igualdad.

Atendimos muchos casos de feminicidios: el de Debanhi, el de Raquel Padilla…, los casos que ustedes pueden leer en los medios, nos toca atenderlos y ver que no queden impunes. Pero hay uno que particularmente nos llamó mucho la atención que es el de Jessica González, una joven educadora de Michoacán: una mujer que tenía aspiraciones y planes. Tenía una relación sentimental con una persona y esa persona la mató. Un joven de 17 años la mató. Estuvimos desde el día uno: en las audiencias nos sorprendió muchísimo la manera en que este joven explicaba lo que había hecho. Después de matarla a golpes, le habló a su amigo y le dijo: “Se me pasó la mano, está muerta”. “Pero, ¿por qué la mataste?” “Le di 36 puñetazos, porque estaba muy enojado”. Y el testigo de la causa le preguntó por qué mejor no le había pegado el perro, y el acusado respondió que respetaba mucho a los animales. Esa fue la respuesta. ¿Qué pasa por la mente de los victimarios? ¿Qué pasa por la mente de los agresores? ¿Qué pasa por la mente de ese joven que asesinó a Jessica? Un joven de 17, 18 años que ahora va a pasar 50 años en la cárcel, porque logramos la sentencia con la pena máxima. Lo que quiero resaltar, es que las violencias ocurren principalmente al interior de los hogares y en las relaciones de pareja.

Hoy venía leyendo a Marko Cortés, el flamante dirigente de Acción Nacional, que ha dicho que no estamos haciendo nada por las mujeres. Pero lo primero que yo quiero decir, es que la oposición no puede actuar con tanta mezquindad. No pueden utilizar las agresiones y la violencia que afecta a las mujeres como bandera política. Eso es mezquindad. Si hacemos un recuento histórico, nos daríamos cuenta que el sexenio más peligroso para las mujeres, el que dejó los saldos más elevados de violencia, particularmente de muertes violentas en Juarez, fue el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa. Y lo podemos demostrar con números. Había ciudades, municipios en este país que se convirtieron en los más peligrosos del mundo, porque se dedicó a militarizar al país, sin tomar en cuenta la perspectiva de derechos humanos, sin tener una estrategia y con la máxima de “matarlos en caliente”. 

En mi investigación doctoral sobre las mujeres en zonas de conflicto armado no internacional en tierra caliente, Michoacán. Revisé 801 casos de mujeres asesinadas en el período de Calderón. Y me encontré que en la mayoría de los casos las mujeres fueron sacrificadas y utilizadas como moneda de cambio. En esos municipios, la mayoría de las mujeres que perdieron la vida eran mujeres pobres y no se contabilizaban. Hay una cuenta pendiente en esa materia. Y yo puedo asegurar que esa fue la época más violenta para las mujeres en este país. Después viene la administración del presidente Enrique Peña Nieto y las cosas no cambian. Nosotras recibimos un país en donde todos los días se asesina a diez mujeres.

Logramos y hemos impulsado muchísimo en esta administración que las fiscalías y las fiscalías especializadas cumplan con el mandato de que toda muerte violenta de una mujer sea iniciada su investigación con el protocolo de feminicidio. No es que la mataron y quién sabe en qué andaba y entonces es homicidio doloso. Aquí hay sentencias y hay mandatos que establecen que toda muerte violenta de una mujer debe iniciarse con el protocolo de feminicidio. Si en el transcurso de la investigación te dicen otra cosa los datos, entonces se reclasifica. Pero la obligación de las fiscalías es iniciar correctamente la investigación.

En cuatro años logramos contener que no subiera a 11, a 12 el número de muertes violentas todos los días. Este enero de 2023 es la primera vez en muchos años, donde ocurren 7 muertes violentas de mujeres cada día. ¿Eso es una buena noticia? Sí y no. Tiene claroscuros: porque un solo feminicidio ya nos emplaza. Un solo feminicidio ya nos duele. Un solo feminicidio nos obliga a reforzar las acciones de prevención de la violencia. Con estos datos, al inicio de este año hay una disminución del 13% de los feminicidios, y comparado con el 2022 hay una disminución del 3.4%. Sí hay disminución en el número de feminicidios, sin embargo, sigue creciendo la violencia familiar y el delito de violación en sus dos modalidades: violación simple y equiparada. 

Quiero hacer un paréntesis para decir que desde el día uno que estamos en la CONAVIM nos propusimos hacer visible un delito que ahí está, que está soterrado en los hogares y que afecta a las niñas y a las adolescentes: el abuso sexual y la violación de las niñas menores de 17 años. Es el delito que menos se denuncia y que cometen las personas más cercanas: el padrastro, el tío, el vecino, el abuelo, y en algunas ocasiones el padre biológico. Hemos atendido feminicidios infantiles por agresión sexual. Porque violar a una niña de cinco o de seis años casi en automático le provoca un desgarre interno y la muerte.

Como sociedad hay que hablar de estas cosas aunque no nos gusten. Estamos obligadas a hablar de esos temas, porque si no lo hacemos es como si lo validáramos que se puede agredir a las niñas sin decir nada. Y cuando ocurren feminicidios infantiles nosotras estamos ahí para que no queden impunes y lo primero que le decimos al fiscal es que tiene que atender todos los feminicidios, pero particularmente los feminicidios infantiles. Estamos haciendo programas con fiscalías especializadas para que no haya impunidad. Cuando logramos alcanzar la pena máxima es mandar un mensaje a los agresores: que sí pasan cosas cuando agreden a una mujer o a una niña.

Además de inhibir las conductas de agresión necesitamos atender las causas, y eso están haciendo los programas sociales. Además, debo decir que la CONAVIM creció en su presupuesto 375% y que se escuche bien: porque existe el intento de estigmatizar y de decir que las mujeres no somos importantes para esta administración. Todo lo contrario; la encomienda del presidente es garantizar que a todos los rincones de este país lleguen los servicios de atención, de prevención y de orientación, para que no ocurran este tipo de conductas. Por eso han crecido muchísimo los Centros de justicia para las mujeres, que ya tenemos 64. Hay un incremento del 40% del presupuesto para estos centros de justicia para las mujeres que están presentes en todo el país, atendiendo también a mujeres migrantes y mujeres indígenas. Todos los días atienden a 700 mujeres en acciones de prevención, de resguardo antes de ir a refugios especializados para mujeres, que también crecieron y llegaron a 101 en el 2022.

Tenemos 500 unidades locales de atención en todo el país, donde hay abogada, psicólogas, trabajadoras sociales, doctoras que atienden a las mujeres. En los centros de justicia para las mujeres hay agencia del ministerio público para que las mujeres no tengan que pasar cuatro o cinco horas levantando una denuncia si es que quieren hacerlo. En ellas no se les revictimiza, se les trata con calidad. Estamos en un trabajo muy territorial atendiendo los centros de justicia y las alertas de violencia de género: tenemos 25 decretadas en 22 entidades. Con medidas para que seguridad pública atienda como primer respondiente cuando hay una llamada al 911.

Trabajamos muy cercanamente con el sector salud para exigirles que en cada clínica, el espacio más cercano para las mujeres, se atienda con la NOM 046[1] y con los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres. Que garanticen que las mujeres que fueron víctimas de violación puedan abortar, que es una batalla permanente que tenemos. Trabajamos también con el sector educativo y con cultura. Es decir, hay toda una estrategia que denominamos nosotras “somos tu red de apoyo”, en donde están todas las y los funcionarios encargados de hacer cosas en beneficio de las mujeres. Es una apuesta, una estrategia nacional, para garantizar que las mujeres tengan mejores condiciones.

Ahora daré algunos datos: los programas sociales impactan favorablemente en la vida de las mujeres. En el 2022 se dedicaron 384 mil millones de pesos, de estos se han beneficiado 45 millones de personas de las cuales 25 millones son mujeres. Las becas Benito Juárez están integradas básicamente por mujeres: 68% de  quienes reciben estas becas son mujeres. También en “Jóvenes construyendo el futuro” 59% de las personas beneficiarias son mujeres jóvenes. En “Escribiendo el futuro” 58% son mujeres. La pensión universal para nuestros adultos mayores alcanza a 56% de todo el padrón. 

Hay programas que que están contribuyendo mucho a que las mujeres ganen en autoestima para que puedan ganar autonomía económica. Porque si ganas autonomía económica también eso te fortalece. Así, el 48% de las beneficiarias del programa de fertilizantes son mujeres. El 34% del programa de producción para el bienestar son mujeres. Es esperanzador observar cómo se han integrado en esta gran política de Estado del bienestar.Reitero que tenemos que consolidar este proyecto, hacerlo avanzar, que no hay marcha atrás en los derechos y que no nos arrebaten el derecho a la esperanza. 


* Transcripción de la charla “Prevenir y erradicar la violencia contra las mujeres” realizada el 5 de marzo de 2023 en el marco del evento “Feminismos y políticas de transformación” organizado por el Instituto Nacional de Formación Política de Morena el URL: https://www.youtube.com/watch?v=t5dbb_qfEO8.

** La autora es Comisionada Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres

[1] Norma Oficial Mexicana 046-SSA2-2005 Violencia familiar, sexual y contra las mujeres. Criterios para la prevención y atención. De acuerdo con la NOM-046-SSA2-2005, el maltrato sexual es “la acción mediante la cual se induce o se impone la realización de prácticas sexuales no deseadas o respecto de las cuales se tiene la imposibilidad para consentir”. Y establece que los casos de violación sexual son urgencias médicas y requieren atención inmediata.